Un Cumpleaños especial
La Rebetzn Jaia Mushka, esposa del Rebe, nació el 25 de Adar I de 5661 (1901). Hija del Rebe Anterior, Rabi Iosef Itzjak Shneerson y de la Rebetzn Nejama Dina.
En noviembre de 1915, época de la Primera Guerra Mundial, la familia deja Lubavitch para trasladarse al Sur de Rusia, a la ciudad de Rostov. En la primavera de 1920, su abuelo –el Rebe Rashab- fallece y su padre asume la conducción de Jabad.
En 1924, la Rebetzn formalizó su compromiso con un primo lejano, Rabi Menajem Mendl Schneerson (quien posteriormente sería el Rebe). Pero, debido a las persecuciones y la opresión que sufrían los judíos por aquella época, el matrimonio no pudo concretarse hasta el 14 de Kislev de 1928.
Cuando el Rebe Anterior fue arrestado por el Gobierno Comunista en 1927, la Rebetzn inmediatamente alertó a su prometido sobre “visitas honorables” (como ella llamaba a los agentes) en su hogar, siendo esto de utilidad para descubrir en qué prisión se encontraba el Rebe Anterior. Además ella jugó un rol fundamental en el esfuerzo por conmutar la condena a muerte del Rebe Anterior.
Cuando el Rabi Iosef Itzjak fue exiliado a Kostroma, fue su hija Jaia Mushka, quien decidió acompañarlo.
La boda de la Rebetzn Jaia Mushka con el Rebe, fue una ocasión de gran alegría para el Rebe Anterior.
Luego de la boda, el Rebe decide vivir en Berlín. Permanecen allí hasta el invierno de 1933 cuando los nazis asumen el poder, el Rebe y la Rebetzn se mudan a París.
En París, viven en un departamento de 1 ambiente. En este minúsculo departamento, la Rebetzn personalmente preparaba matzá para Pesaj, para asegurarse que los requerimientos del Rebe al respecto sean satisfechos.
Solo había una carnicería en París, en la que el Rebe confiaba, y esto sucedió luego de que la Rebetzn supervisó el cashrut de la carne y otorgó su aprobación personal.
El Rebe y la Rebetzn permanecieron en Francia hasta 1941, luego de una peligrosa huída, llegan a Nueva York el 28 de Sivan.
El 10 de Shvat de 5710, (1950), el Rebe Anterior falleció.
En un principio, el Rebe decidió firmemente no aceptar el liderazgo de Jabad. Fue la Rebetzn quien lo convenció, dado que para ella era inaceptable pensar que la tarea llevada a cabo por su padre durante 30 años, se viera deteriorada por la carencia de continuidad.
En los años subsiguientes, cuando el Rebe frecuentemente retornaba a su hogar a las 3 o 4 de la madrugada, ella pacientemente, siempre lo esperaba despierta.
A pesar del hecho de que fue ella quien persuadió al Rebe de tomar el liderazgo de Jabad, fue también quien sacrificó su vida personal, para brindarla al judaísmo en general y a los Jasidim en particular, siempre, hasta el último día, desde absolutamente, un segundo plano, lejos de toda publicidad y/o exposición pública.
La Rebetzn, probablemente más que cualquiera, se dedicó por entero al cuidado de la salud del Rebe. Uno puede pensar que ella trató de influenciar para que el Rebe no pasara largas horas rezando en la tumba del Rebe Anterior, que tratara de ayunar menos, que no hablara tanto tiempo ante el creciente público, etc. Sin embargo esto nunca sucedió. No porque el Rebe no la escuchara, sino porque a su juicio, ella entendió que permitiéndole hacer lo que quería, beneficiaría la salud del Rebe.
Por otro lado, ella aceptaba la sugerencia del Rebe de ver un médico, siempre y cuando el doctor también examinara al Rebe. Por supuesto que el Rebe aceptaba.
La noche anterior al fallecimiento de la Rebetzn, Rabi Zalman Gurary la visitó preguntando acerca de su salud. Aunque ella se encontraba con un profundo dolor, intentó disimular su condición frente a él. Ella no le contó que el doctor (que la vio momentos antes que él llegara), le indicó que concurriera urgentemente al hospital.
A la mañana siguiente Rabi Gurary se enteró sobre la situación directamente a través del doctor. Inmediatamente habló con la Rebetzn y le expresó su asombro sobre el hecho de que ella no le contara la verdadera situación la noche pasada. La Rebetzn asombrada le contestó: “Yo sé que Ud. estudia Talmud por la mañana, por ese motivo pensé que si Ud. estaba preocupado por mí, afectaría sus estudios”….
Rabi Yosef Kolodny