Estudiemos Pirkei Avot
A partir del primer Shabat posterior a Pesaj, hasta el Shabat anterior a Rosh Hashana, en muchas comunidades se acostumbra estudiar un capitulo por semana del Tratado Mishnaico de pirkei avot. A continuacion, una seleccion de comentarios surgidos de las fuentes del Jasidismo Jabad.
Mishna 1
”Moisés recibió la Torá de Sinaí y la entregó…” Al iniciar el estudio de ésta, la primera Mishná de Pirkei Avot, surge de inmediato el siguiente planteo: ¿En función de que se hace mención del lugar geográfico en el cual Moisés recibió la Torá? Aparentemente, hubiera sido suficiente que la Mishná declarase: “Moisés recibió la Torá y la entregó…” –omitiendo el lugar en que dicho evento se realizó-, o “Moisés recibió la Torá de Di-s y la entregó…”-alegando la procedencia Divina de la Torá-.
De este lugar geográfico –explica el actual Rabí de Lubavitch en una de sus ‘sijot’- pueden aprenderse modales de conducta y por ende su mera mención, en absoluto accidental, nos lega una profunda instrucción:
El Monte Sinaí incluye en sí mismo dos aspectos contrapuestos: por un lado se denomina “Monte” –lo que indica en forma clara que se trata de una elevación del terreno, algo que está por encima del llano. Por el otro, empero, el Midrash da cuenta de una discusión entre las montañas según la cual cada una de ellas exigía para sí el privilegio de que tan magnánimo suceso –la Revelación de Di-s a Su pueblo elegido para entregarles Su palabra y Sabiduría –tuviese por escenario su suelo. La única que permaneció callada en la controversia fue el Monte Sinaí puesto que su escasa altura frente a las demás montañas le impedía toda participación en el duelo dialéctico. Sin embargo, resalta el Midrash, la Torá fue entregada precisamente en su cima, como muestra de aprecio y reconocimiento a la virtud de la humildad.
Vemos, en síntesis, dos polos opuestos: altura y humildad.
En el Recibimiento de la Torá y su cumplimiento encontramos, asimismo, la exigencia de dos condiciones antitéticas:
Por un lado se nos exige gallardía y fortaleza cuando de estudio de la Torá y cumplimiento de sus preceptos se trata , sintetizados estos conceptos magníficamente en la instrucción que nuestros Sabios han enfatizado –y que sirve de apertura para nuestro Código Judío de Leyes-: “que no se avergüence ante los que se burlan”. Por el otro, empero, se nos insta a la humildad y anulación del propio “ego”, dado que respecto del orgullo se ha dicho: “Yo (Di-s) y él (-el vanidoso-) no podemos convivir juntos”.
Es en virtud de esto que en la Mishná también se ha hecho hincapié en el nombre de quién recibió la Torá: Moisés. Es, precisamente, él, sobre quien se han dado ambas descripciones –lo grande y lo pequeño- conjuntamente. El versículo bíblico dice “Y hubo en Ieshurun(Israel) un Rey (Moisés)” pero del otro lado se aclara “Y Moisés es el hombre más humilde de todos los hombres que hay sobre la faz de la Tierra”.
* A ello se debe que fuera dicho en el texto Mishnaico: “y la entregó” en lugar de “y la transmitió”; con la finalidad de insinuar que el que se dedica a la docencia, debe entregarse a su alumno (Rabí Iosef Itzjak de Lubavitch).
*”…formad muchos discípulos…”
El precepto de traer hijos al mundo es el primer precepto que aparece en la Torá. Con ello se pretende enseñar al judío que es responsabilidad de cada uno ‘hacer’ otro judío, también en el sentido espiritual –así había dicho Rabí Shneur Zalman, el autor del “Tania”.
A ello agrega el Rebe:
Sobre nuestro tercer patriarca, Iaacov, se dice que él no murió. “Tal como su semilla se encuentra en vida –así él también está en vida”. ¿Por qué han escogido nuestros Sabios la expresión “su semilla” y no “sus hijos”, -“descendientes” o similares? Pues la naturaleza de la semilla, aquella que se planta en la tierra, es que rinde con su crecimiento productos cuantiosos en relación a la primer semilla plantada. Del mismo modo, la simiente de Iaacov perdura viva cuando responden con el ejemplo de la ilustración –la semilla- y producen almas para el plano de lo sagrado…
*”siéntate en el polvo a sus pies (-de los Sabios)”
Maimónides (Hiljot Deot, Cap.6, Halajá 2) dictamina que “es un Precepto Positivo apegarse a los Sabios y sus discípulos…y asociarse a ellos en todo tipo de unión”. La fuente de su dictamen legal la constituye nuestra Mishná así como lo que nuestros Sabios enseñan en el Talmud (Ketubot 111ª)
De entre los preceptos que el Movimiento Jasídico hizo penetrar con fervor entre las masas judías fue el de apegarse a los Sabios, solo que este término –Sabios- adquiere, dentro del espectro de la exégesis jasídica, un marco que trasciende las fronteras del gran conocedor de la Torá, y abarca a los Tzadikim y los hombres de alto calibre espiritual quienes conocen a su Creador y se unen a él.
En consonancia, cuando Rabí Shneur Zalman redactó su Código Judío de Leyes, se refirió a este precepto en los siguientes términos: “constituye un Precepto Positivo apegarse a los que conocen a Di-s y a su Torá…” (Oraj Jaim, Cap. 156, inciso 4). Y curiosamente el mismo Maimónides, en la introducción a su opus magnum, el “Mishné Torá”, compuso una enumeración de los 613 Preceptos de la Torá –llamado “Sefer Hamitzvot”, “Libro de los Preceptos”- y allí él presenta éste precepto de un modo altamente sintético –como es su método habitual- resumiendo este aspecto del precepto en dos palabras hebreas: ‘Lehidabek beiodav’ –“apegarse a quienes Le conocen”.
*”Que tu casa esté abierta con amplitud”
Cierta vez la hija de uno de los grandes del Jasidismo preguntó a su padre: ¿Cuál es el pilar del jasidismo? A lo que su padre le respondió: para ti y para tus compañeras – la hospitalidad es el pilar del jasidismo…
*”Házte de un Rav”
Rabí Shneur Zalman, en la introducción a su libro “Tania”, prueba la supremacía de oir palabras de Torá y ética de boca del Rav –por encima de la lectura del mismo contenido en libros.
En nombre de Rabí Israel Baal Shem Tov, el Fundador del Movimiento Jasídico, solían decir que para ello también hay una insinuación –como lo hay para todo- en la misma Torá: “Y dijo Di-s a Moisés:’Escribe esto como memorial en el Libro’-y, sin embargo- ‘y pónlo en oídos de Iehoshúa’.
“házte” –‘Asé lejá’- puede interpretarse también en el mismo sentido que las palabras ‘maasin al hatzedaká’- donde el “házte” significa con compulsión.
De este modo, el significado de la Mishná bien podría ser el siguiente: aún si tu Alma Animal no siente deseos de hacer que el ‘mucho’ (en hebreo, también ‘rav’) sea para ti. –pues, oblígala…
*”Y adquiere para ti un compañero”
Cuando Rabí Dovber –‘el Miteler Rebe’- hablaba en alabanza de adquirir un amigo para el servicio a Di-s, solía decir:
‘De ese modo, son dos Almas Divinas las que luchan contra un Alma Animal…’
Cuando Rabí Menajem Mendl de Lubavitch –el ‘Tzemaj Tzedek’- comenzó a escribir temas de Talmud, Halajá y Jasidut, su abuelo –Rabí Shneur Zalman- le dijo: ukané, la pluma, lejá javer, que sea para ti una compañera…
Sobre estas mismas palabras de la Mishná, hay otra interpretación de Rabí Shneur Zalman: ukané –la pluma del corazón- sea para ti compañera: que cada estudio esté acompañado por la experiencia del sentimiento…
*”…ama a las criaturas y las acerca a la Torá”
Se debe amar y acercar a la Torá incluso a aquellos que solo pueden ser apodados ‘criaturas’, es decir que carecen de todo valor y virtud fuera del hecho de ser criaturas de Di-s (del Tania)
* Para aquellos que exigen instrumentar modificaciones en la Torá con el deseo de “adaptarla”a la gente, dice el actual Rabí de Lubavitch: en la Mishná se nos instruye que debemos acercar la gente a la Torá tal cual ésta es en su integridad y no acercar la Torá a la gente…
Y al respecto cuenta: en cierta reunión de Rabinos uno de los presentes se expresó en el sentido de que cuando hay un incendio no se revisan las cualidades del agua a arrojar sobre el fuego (insinuando con ello a la necesidad de ciertos compromisos). Rabí Iosef Itzjak, al oir semejantes palabras, respondió de inmediato: “pero hay que tener sumo cuidado de que el líquido sea agua y no gasolina”.