Un mensaje para todo el Pueblo Judío.
De las cartas del Rebe Menajem M. Schneerson, Rebe de Lubavitch.
Baruj Hashem
Días de Selijot (1),
5734 (2)
Brooklyn, N.Y.
A los hijos e hijas de Israel
Donde quiera se encuentren
¡Di-s los bendiga! Shalom y bendición!
Uno de los aspectos principales de Rosh Hashaná es que es el día cuando fue creado el hombre.
Es debido a esto que Rosh Hashaná es el día del juicio del hombre, así como del mundo entero – el cual fue creado para el hombre y de manera tal que el hombre “lo conquiste” y lo dirija.
Este es también el motivo de por qué Rosh Hashaná es el Día de la Coronación, cuando los hijos de Israel coronan al Altísimo como Rey de Israel y Rey del Mundo, y le suplican en todas las plegarias11 de Rosh Hashana reina sobre el mundo todo, en un espíritu de plena confianza de que prestará atención al pedido y aceptará la coronación.
Se da por sobreentendido que la coronación debe llevarse a cabo con todo el corazón y debe ser total, es decir, que conjuntamente con el sentimiento de temor reverencial frente a la majestuosidad del Rey del Universo, y de profunda felicidad por el hecho de que el Altísimo ha aceptado la coronación, y conjuntamente con la firme decisión de fidelidad y obediencia a Sus Preceptos, de cumplirlos día a día, en cada uno de los días del año al cual ingresamos ahora y también posteriormente,
hay una decisión general y fundamental de conducirse como postura general y así también en cada uno de los detalles de la vida diaria – en consonancia con en el objetivo para el cual fue creado el hombre. Este consiste en, utilizando la expresión de nuestros Sabios Z”L en una breve frase: “yo fui creado para servir a mi Creador”. Y hacerlo con alegría, como dicta el mandato: “servid a Di-s con alegría”.
El contenido, lo principal y el objetivo de este servicio consiste en: “Hacer para Él, Bendito Sea, una morada en los (mundos) inferiores”. Es decir, conducirse de tal manera que cada detalle del mundo en derredor, y ni que hablar, tanto más, cada detalle de la vida del hombre, se convierta en una “morada”, un lugar de residencia para la Divinidad, – lo que se logra a través de llevar a cabo una vida diaria de Torá y de Mitzvot (preceptos).
Todo lo antedicho es requerido de cada judío, hombre o mujer, joven o anciano, sin diferencia del nivel en el que se encuentre. Como también está remarcado en el versículo vinculado a Rosh Hashaná: “Están ustedes parados firmemente hoy, todos ustedes, frente a Hashem vuestro Di-s, vuestros lideres… y tu aguatero”. De cada judío, sin excepción, se exige y se espera que llegue al nivel de “están ustedes parados firmemente frente a Hashem vuestro Di-s”, que se pare con fortaleza22 sin tomar en cuenta como transcurrió el año pasado.
Es aquí que se despierta la pregunta: ¿Cómo es posible exigir de cada judío que llegue a este nivel, y más – que lo haga en serio y con alegría, y en especial cuando tomamos en consideración de que, por un lado, se trata de una “morada” en un mundo bajo23 espiritualmente, en un mundo físico y material, un mundo donde los judíos son – físicamente –“minoría entre las naciones”. Y por el otro, esto se exige del judío tal cual como él se encuentra en un estado donde precisa de elementos materiales sin los cuales no le es posible existir, como la comida, la bebida, el sueño, la dedicación por el sustento, y similares, los que ocupan una parte muy grande de su tiempo y fuerzas, de manera que sólo queda poco tiempo para temas espirituales y de santidad?
La explicación de ello – una explicación entendible a cada hombre y mujer, como se dijera – se encuentra en el tema de la confianza en el Altísimo, el cual es un tema base de la Torá, Torá para la vida, instrucción para la vida,
y como se destaca esto en el Salmo recitado dos veces por día durante todo el mes de Elul – el mes de la preparación para el nuevo año – y también en el principio de año, durante gran parte del mes de Tishrei: “Por David, Hashem es mi luz y mi salvación, de quién he de temer…”
La confianza en Di-s que expresa el Rey David en nombre de cada miembro del pueblo de Israel, consiste en apoyarse totalmente en la ayuda del Altísimo y ésta engloba tanto a los temas materiales de la vida como así también a los espirituales, al punto de permitir alcanzar el nivel más alto de servicio a Di-s. Como se ve esto de la secuencia de los versículos del Salmo mencionado, hasta el último verso : “confía en Hashem fortalece y fortifica tu corazón y confía en Hashem”.
Bitajón ba Hashem, confianza en Di-s consiste en el sentimiento de seguridad y convicción de que el Altísimo ayudará a superar todas las dificultades de la vida, las materiales y las espirituales, puesto que Él es “mi luz y mi salvación”. Y es absolutamente seguro de que cada hombre y mujer están capacitados para llevar a acabo satisfactoriamente su misión en este mundo, y hacerlo con alegría, con la máxima alegría.
Esta convicción se logrará cuando el hombre medite en el hecho de que el propio Altísimo, Bendito Sea, lo eligió para que sea Su enviado en el mundo para hacer para Él una morada en los (niveles) inferiores, conjuntamente con la promesa que Él dará “luz”, “salvación” y “fortaleza” para ejecutar esta misión.
La alegría de ello se hará mucho mayor, cuando el hombre medite en que la ayuda que Hashem le brinda es de una manera de “yo soy para mi amado, y mi amado es para mí”, es decir, con un amor Divino, fuera de lo común.
Esto comienza principalmente en el período que va desde Rosh Jodesh, el principio del mes de Elul y prosigue hasta después de Iom Kipur, como lo explican nuestro Sabios Z”L.
Por lo tanto, esto debe – en este periodo y también durante todo el año – despertar en él un amor ilimitado hacia el Altísimo. Como está enfatizado en el versículo32: “A quién tengo en el cielo, que no deseo contigo en la Tierra, se deshace, mi carne y mi corazón…” (un sentimiento de intenso deseo donde el alma se deshace hacia Di-s).
También aquí se destaca el amor de Hashem y la confianza en Él con respecto a todos los asuntos del “cielo” (que significa también – los temas espirituales) y de “la Tierra” (los asuntos materiales).
La confianza en Hashem es una herencia de los Patriarcas que es patrimonio de todo judío, como está escrito: “en Ti confiaron nuestros padres, confiaron y los Has salvado”. Lo que se requiere es tan solo implementar esta confianza hereditaria en la práctica, de manera tal que englobe toda la vida cotidiana y penetre en todos sus detalles.
Y de acuerdo a la regla de nuestros Sabios Z”L que “con la medida que el hombre mide – lo miden a él”, se entiende que cuanto más fuerte y más establecida sea su confianza – así es como se materializará y concretará la misma abiertamente y de manera más firme, a través de las bendiciones de Hashem, en lo material y en lo espiritual.
Que Hashem ayude, que todo lo expuesto- la ejecución de la misión Divina de hacer para Él una morada en los (mundos) inferiores, la confianza en Di-s, las bendiciones del Altísimo en lo material y en lo espiritual – se revele en cada judío en la medida más plena, y esto también apresurará y despertará la concreción de las máximas bendiciones a la comunidad de Israel en general – en la verdadera y completa redención a manos de Mashiaj Tzidkeinu.
Con bendición de Ketivá Vajatimá Tová
Para ser inscriptos y sellados para bien para un año bueno y dulce
material y espiritualmente, en conjunto.
Menajem Schneerson
1- Días de pedido de perdón. El Efecto de estos días después del trabajo espiritual ya realizado durante los días de Elul que anteceden-véase enseñanza del Baal Shem Tov (en el Libro de los Maamarim en Idish fin de Aní Ledodi (1).Y tómese nota, de que en este año (cuando Rosh Hashaná cae el día martes), está la mayor cantidad de días de Selijot.
2- 1974. También este año,5766 (2005) R. Hashaná cae un martes.
3- Ialkut Shimoní Pinjas 782 (de Pesikta de Rav Kahana “Ubajodesh Hashevií”). Vaikrá Rabá 29, y otros.