Todo sobre Janucá
Todo sobre Janucá
Janucá, el festival de las luces, está nuevamente entre nosotros. Llega modestamente, sin mucha pompa ni ceremonia. El único símbolo visible que nos recuerda su presencia es la Menorá, el candelabro de ocho velas, que se encenderá cada noche, durante los ocho días que dura su festejo…
La festividad de Januca, conmemora la histórica victoria de los Macabeos luego de una rebelión de tres años de duración en contra del régimen reinante de los seléucidas y contra sus partidarios judíos helenistas que conspiraron para imponer restricciones a las prácticas y valores religiosos judíos.
La lucha culminó con la reconquista del Templo de Jerusalén en el año 165 antes de la Era Común y la restauración del servicio religioso judío tradicional. La victoria restauró también la soberanía política judía sobre la Tierra de Israel. Janucá significa consagración y se refiere a la restauración del Templo al servicio de Di-s después de haber sido profanado con prácticas e imágenes paganas.
·En Janucá está permitido realizar el trabajo diario.
·La observancia religiosa más importante consiste en el encendido de las velas de un candelabro de Janucá cada noche de la festividad.
·La menorá de Janucá es un candelabro de ocho brazos, con un lugar adicional para la luz de “servicio”. Este candelabro utiliza, ya sea velas, o mechas de aceite. Las luminarias se encienden con la luz de “servicio” (denominada shamash). La “luz de servicio” se coloca luego de vuelta en su lugar en la menorá.
·Las luces de Janucá se encienden tan pronto como sea posible después de la caída de la noche.
·Mientras se sostiene una “vela de servicio” encendida antes de prender la menorá se recitan las siguientes dos bendiciones:
“Baruj atá, Adonai, Eloheinu, mélel haolam, asher kidshanu bemitzvotv vetzivanu lehadlik ner shel Januca”.
Bendito eres Tú, Señor, nuestro Dios, Rey del Mundo, que nos has santificado con Tus preceptos y nos has ordenado encender la luminarias de Janucá.
“Baruj atá, Adonai, Eloheinu, mélej haolam, sheasá nisím laavoteinu bayamim~ hahém bazemán hazé”.
Bendito eres Tú, Señor, nuestro Dios, Rey del Mundo, que hiciste milagros a nuestros antepasados en aquellos días, en este aniversario.
Solamente en la primera noche se agrega una tercera bendición, la de Shejeianu
·En la primera noche se prende solamente la primera luminaria. Si uno se pone frente a la menorá, es la ubicada a la derecha. En la segunda noche, se encienden dos luminarias, y de esta manera se prosigue hasta la octava noche, en la que se encienden todas las luces de la Menora. Aunque las velas adicionales de cada noche se agregan hacia la izquierda, el encendido en sí tiene lugar de izquierda a derecha.
·Después de encender la menorá, oraciones adicionales y cánticos contenidos en el libro de oraciones iluminan el espíritu festivo de la ocasión, sobre todo si son entonados por todos los miembros de la familia.
·Las luminarias de la menorá de Januca no pueden ser utilizadas para ningún propósito utilitario -para leer, para iluminar una habitación, para prender un cigarrillo, etc. Es por esta razón que la luz de “servicio” o “shamash” se ubica cerca de las otras, de tal manera que si es necesario utilizar la llama, esta vela está disponible.
·La menorá iluminada debe colocarse con preferencia cerca de una ventana, de modo que pueda verse desde afuera, testimoniando públicamente el milagro de Janucá.
·Es meritorio que cada miembro de la familia tenga una menorá separada, que le permita a cada uno encender las luminarias de Janucá. Sin embargo, esto no se exige si en cada hogar hay por lo menos una menorá y una persona prende las luminarias por toda la familia.
·Una mujer puede encender la menorá en nombre de todos los miembros de su hogar.
·El viernes a la noche durante la semana de janucá, se encienda la menorá antes de las velas del Shabat aunque todavía no haya caído la noche. El sábado a la noche, la menorá se enciende en el hogar después de la recitación de la Havdala.
Se acostumbra ofrecer a los niños en Janucá monedas (Jánuca guelt) u otros regalos apropiados.
En Halel, las oraciones especiales de alabanza, y oraciones especiales de gratitud a Di-s por las victorias y los milagros realizados, se agregan a los servicios de oraciones diarias y a la recitación de gracias después de las cornidas durante toda la semana de Janucá.