La Mujer que habla el lenguaje humano elemental
BEIT JANA, LA CASA DE LA MUJER JUDÍA, TUBO EL HONOR DE TRAER A LA ARGENTINA A RACHEL FRENKEL, MAMÁ DE NAFTALI FRENKEL DE 16 AÑOS, SECUESTRADO Y ASESINADO JUNTO GUILAD SHAAR, 16, Y EYAL IFRACH, 19, EN ISRAEL EN EL 2014.
Desde el descubrimiento de las circunstancias del secuestro y el asesinato de su hijo Naftalí, Rachel Frenkel, se convirtió, sin proponérselo, en un símbolo nacional para muchos israelíes. Emblema de una madre a la que le pasó lo peor, junto a su marido y los otros niños, por supuesto, fue puesta a prueba en una situación inimaginable en la que pasó de ser la figura de la madre leona, volando a las Naciones Unidas para hacer un pedido de respaldo por el secuestro de su hijo y sus amigos, a la imagen trágica, llevando con dignidad y sobriedad la tragedia y también expresando tolerancia, moderación y humanidad.
Ella hizo tambalear los prejuicios y estereotipos por su condición de mujer religiosa, cuyo hijo asistía a una Ieshivá, no convocó a la venganza colectiva, y recibió atención de la prensa por su respuesta a la delincuencia, condenando enérgicamente el asesinato de Mohammad Abu Khdeir, ocurrido un día después del entierro de tres adolescentes israelíes secuestrados y posteriormente asesinados, y su visita a los padres de este joven palestino.
Frenkel tiene una visión justificada y coherente para mantener la cordura personal y la de su familia. Ella no formuló crítica alguna al establishment, aceptando la narrativa del gobierno sobre los acontecimientos que rodearon lo vivido desde el momento de la llamada de Shaar hasta el estallido de la Operación Margen Protector.
En el mismo sentido, también se niega a entrar en escenarios imaginarios: ¿y si el destino hubiera sido diferente? Se suponía que su hijo volvería a casa a la mañana siguiente.
Con sabiduría, no hace de su hijo un tesoro nacional, un individuo heroico.
“La gente decía que nuestros hijos son tzadikim- justos, que salvaron a Israel de un gran desastre. Y yo no discuto con el contexto nacional, algo pasó aquí y dio lugar a un hecho de largo alcance, pero mi hijo no era tzadik. Era un gran chico de 16 años, talentoso, exitoso, inteligente, que sabía cómo orar y lo echo de menos. Lo extraño mucho”.
Frankel es, sin duda, una mujer política, pero de manera diferente a la que estamos acostumbrados aquí. La manera en que condenó el asesinato de Mohammad Abu Khdeir, y la forma en que recibió la visita de vecinos árabes en su hogar, que vinieron a presentar su pesar, expresan la supresión de la absurda división de esta dicotomía que manifiesta que derecha odia a todos los árabes, y la izquierda los desprecia.
Rachel ha ganado una simpatía general que trasciende los campos políticos pues habla en el casi olvidado lenguaje humano elemental.
Hay voces en el campo religioso nacional que hablan de su futuro liderazgo. Su carisma y sabiduría y voz conciliadora, que tanto se necesita en estos días, le serían de gran ayuda, si lo desea.
¿Quién es Rachel Frenkel?
Rachel Frenkel es profesora en el Instituto de Estudios de la Torá de la Mujer, Matan. Se convirtió en oradora internacional después de que su hijo Naftalí fuera secuestrado y asesinado junto a otros dos adolescentes en el 2014. Vive en Ayalon, Israel, es madre de siete hijos y posee un BA en Biología de la Universidad Bar Ilan.
Se convirtió en un líder público, una heroína nacional, durante los 18 días en que su hijo y sus dos amigos fueron secuestrados. Tanto hombres como mujeres la admiraron debido a su moderación, su fe y las profundas declaraciones que hizo sobre las plegarias que se ofrecían para el retorno de los tres chicos.
Este año recibió una mención de honor, junto a las 10 mujeres más influyentes del mundo judío, y como dijo el Jerusalem Post, “sigue siendo un símbolo del momento sin precedentes de unidad social, oración y fe, período que precedió la Operación de Margen Protector- Tzuk Eitán”
El 1 de enero de 2015, fue anunciado el nuevo Premio de Unidad israelí –Pras Ierushalaim al Ajdut Israel-en memoria de los tres adolescentes asesinados, siendo Frenkel uno de los jueces del premio.
“Por más diferentes que podamos ser, tenemos un futuro brillante juntos aquí”, dijo Rachel Frenkel, en la ceremonia.
Adaptado de: Saloona.co.il
Desde el descubrimiento de las circunstancias del secuestro y el asesinato de su hijo Naftalí, Rachel Frenkel, se convirtió, sin proponérselo, en un símbolo nacional para muchos israelíes. Emblema de una madre a la que le pasó lo peor, junto a su marido y los otros niños, por supuesto, fue puesta a prueba en una situación inimaginable en la que pasó de ser la figura de la madre leona, volando a las Naciones Unidas para hacer un pedido de respaldo por el secuestro de su hijo y sus amigos, a la imagen trágica, llevando con dignidad y sobriedad la tragedia y también expresando tolerancia, moderación y humanidad.
Ella hizo tambalear los prejuicios y estereotipos por su condición de mujer religiosa, cuyo hijo asistía a una Ieshivá, no convocó a la venganza colectiva, y recibió atención de la prensa por su respuesta a la delincuencia, condenando enérgicamente el asesinato de Mohammad Abu Khdeir, ocurrido un día después del entierro de tres adolescentes israelíes secuestrados y posteriormente asesinados, y su visita a los padres de este joven palestino.
Frenkel tiene una visión justificada y coherente para mantener la cordura personal y la de su familia. Ella no formuló crítica alguna al establishment, aceptando la narrativa del gobierno sobre los acontecimientos que rodearon lo vivido desde el momento de la llamada de Shaar hasta el estallido de la Operación Margen Protector.
En el mismo sentido, también se niega a entrar en escenarios imaginarios: ¿y si el destino hubiera sido diferente? Se suponía que su hijo volvería a casa a la mañana siguiente.
Con sabiduría, no hace de su hijo un tesoro nacional, un individuo heroico.
“La gente decía que nuestros hijos son tzadikim- justos, que salvaron a Israel de un gran desastre. Y yo no discuto con el contexto nacional, algo pasó aquí y dio lugar a un hecho de largo alcance, pero mi hijo no era tzadik. Era un gran chico de 16 años, talentoso, exitoso, inteligente, que sabía cómo orar y lo echo de menos. Lo extraño mucho”.
Frankel es, sin duda, una mujer política, pero de manera diferente a la que estamos acostumbrados aquí. La manera en que condenó el asesinato de Mohammad Abu Khdeir, y la forma en que recibió la visita de vecinos árabes en su hogar, que vinieron a presentar su pesar, expresan la supresión de la absurda división de esta dicotomía que manifiesta que derecha odia a todos los árabes, y la izquierda los desprecia.
Rachel ha ganado una simpatía general que trasciende los campos políticos pues habla en el casi olvidado lenguaje humano elemental.
Hay voces en el campo religioso nacional que hablan de su futuro liderazgo. Su carisma y sabiduría y voz conciliadora, que tanto se necesita en estos días, le serían de gran ayuda, si lo desea.
¿Quién es Rachel Frenkel?
Rachel Frenkel es profesora en el Instituto de Estudios de la Torá de la Mujer, Matan. Se convirtió en oradora internacional después de que su hijo Naftalí fuera secuestrado y asesinado junto a otros dos adolescentes en el 2014. Vive en Ayalon, Israel, es madre de siete hijos y posee un BA en Biología de la Universidad Bar Ilan.
Se convirtió en un líder público, una heroína nacional, durante los 18 días en que su hijo y sus dos amigos fueron secuestrados. Tanto hombres como mujeres la admiraron debido a su moderación, su fe y las profundas declaraciones que hizo sobre las plegarias que se ofrecían para el retorno de los tres chicos.
Este año recibió una mención de honor, junto a las 10 mujeres más influyentes del mundo judío, y como dijo el Jerusalem Post, “sigue siendo un símbolo del momento sin precedentes de unidad social, oración y fe, período que precedió la Operación de Margen Protector- Tzuk Eitán”
El 1 de enero de 2015, fue anunciado el nuevo Premio de Unidad israelí –Pras Ierushalaim al Ajdut Israel-en memoria de los tres adolescentes asesinados, siendo Frenkel uno de los jueces del premio.
“Por más diferentes que podamos ser, tenemos un futuro brillante juntos aquí”, dijo Rachel Frenkel, en la ceremonia.
Adaptado de: Saloona.co.il