Parasha Jukat
“Las aguas retornaron, mas las nubes no”
Durante los cuarenta años que los iehudim estaban en el desierto, tomaban agua del “pozo de Miriam”, y marchaban acompañados por las “nubes de honor” en mérito de Aharón.
Dos tipos de nubes
Profundizando en las explicaciones de nuestros sabios, entendemos que en realidad existían dos tipos de nubes. Unas eran las vitales para el bienestar de los judíos en el desierto, y las otras eran las “nubes de honor”, cuyo propósito era únicamente de difundir el hecho de que Di-s honra al Pueblo de Israel.
Éstas fueron las nubes que desaparecieron al fallecer Aharon HaCohen, para no retornar. Las otras que eran indispensables para la existencia de la gente siguieron estando y por eso no encontramos ninguna protesta al respecto.
Moshé como líder
Si el “pozo de agua retornó en mérito a Moshé, por qué no lo hicieron entonces las nubes. Aquí encontramos pues, la diferencia entre Moshé, Aharón y Miríam. El agua y las nubes de honor fueron dados al pueblo en mérito de Miríam y Aharon, y por eso al ellos fallecer, desaparecieron los elementos que en su mérito estaban. En cambio Moshé se preocupaba por el bienestar de los iehudim, como “un pastor fiel a su rebaño”, y de acuerdo a eso, se preocupaba de que las necesidades sean satisfechas de acuerdo a las urgencias del pueblo y no por algun mérito.
El pastor no abandona a su rebaño
Por eso regresó el “pozo de agua” en mérito a Moshé, y no sucedió lo mismo con las nubes. El agua era necesaria para la subsistencia de los iehudim, mientras que las “nubes de honor”, no lo eran.
De esta manera queda a la vista la grandeza de Moshé Rabenu, al igual que la de todos los “pastores de Israel” a lo largo de las generaciones. Moshé se preocupó por satisfacer todas las necesidades del pueblo, hasta tal punto que después de 14 años de su fallecimiento, ellos tuvieron provecho del “man” caído en el desierto, que era en mérito de Moshé. Así es la conducta de los “líderes de Israel”, que se preocupan por todas los aspectos que requiere el pueblo, tanto materiales como espirituales, y a pesar de desaparecer físicamente, siguen conectados con ellos, influyendo todo tipo de bondades y beneficios.