Parashá Noaj
Di-s informó a Noaj de su decisión y lo instruyó para que construyera un arca de tres pisos..
Di-s informó a Noaj de su decisión y lo instruyó para que construyera un arca de tres pisos en el que habitaría junto con su familia durante la inundación. Noaj cumplió las instrucciones de Hashem y cuando el arca estuvo terminada, su mujer, sus tres hijos (Shem, Jam y Iefet) y sus respectivas esposas entraron en ella. Llevaron consigo siete parejas de cada especie de animal kasher, como así también de aves, y una pareja de toda otra especie viviente no kasher. También almacenaron en el arca toda clase de alimentos para su sustento durante su estadía en ella. En el decimoséptimo día del segundo mes comenzó a llover copiosamente sobre la Tierra, al tiempo que grandes cantidades de agua surgían desde sus profundidades. Este diluvio continuó durante cuarenta días y cuarenta noches y todos los seres vivientes que estaban en la tierra se ahogaron.
Fue de tal magnitud que transcurrieron casi seis meses antes de que las aguas descendieran lo suficiente como para que el arca se posara en la cima del monte Ararat. Al noveno mes Noaj envió a un cuervo para comprobar si la Tierra se había secado, pero el ave regresó sin novedades.
Siete días más tarde Noaj envió una paloma que regresó rápidamente porque no pudo hallar un lugar donde posarse. Luego de esperar otros siete días Noaj envió nuevamente a la paloma, que esta vez regresó con una rama de olivo en el pico, lo cual indicaba que las aguas ya habían retrocedido. Siete días mas tarde, en la tercera ocasión, la paloma ya no regresó y Noaj comprendió que la tierra ya había comenzado a secarse. Quitó entonces la cubierta y Di-s le dijo que saliera del arca. Noaj así lo hizo luego de permanecer en la nave durante todo un año. Luego ofreció sacrificios de gratitud a Di-s por haber sobrevivido. Di-s estuvo complacido con los sacrificios de Noaj y le prometió que nunca destruiría a la razahumana por medio de un diluvio. Luego hizo aparecer un arco iris en el cielo y le dijo a Noaj que serviría como símbolo de su promesa. A través de la descendencia de los tres hijos de Noaj, la Tierra volvió a poblarse y aparecieron los fundadores de numerosas naciones.
En esa época la humanidad hablaba un solo idioma, Lashon Hakodesh (hebreo).
Desgraciadamente los hombres no aprendieron la lección del diluvio y retornaron a las prácticas perversas. Las diferentes naciones se reunieron y resolvieron construir una ciudad con una torre que llegara hasta el cielo. Nuestros Sabios explican que esa gente malvada no estaba satisfecha con poseer la Tierra como morada, sino que pensaban ¿Por qué Di-s debe tener todo el cielo para El?. Ante esto, Di-s confundió sus lenguas, por ello la ciudad se llamó Babel que quiere decir mezcla, pues fue allí donde Hashem mezcló los idiomas de la humanidad. Se sucedieron diez generaciones desde Noaj hasta Abraham.
Este vivió en Ur Casdim, y fue allí que comprendió la unicidad de Di-s y arriesgó su vida por rechazar la idolatría.
Fue de tal magnitud que transcurrieron casi seis meses antes de que las aguas descendieran lo suficiente como para que el arca se posara en la cima del monte Ararat. Al noveno mes Noaj envió a un cuervo para comprobar si la Tierra se había secado, pero el ave regresó sin novedades.
Siete días más tarde Noaj envió una paloma que regresó rápidamente porque no pudo hallar un lugar donde posarse. Luego de esperar otros siete días Noaj envió nuevamente a la paloma, que esta vez regresó con una rama de olivo en el pico, lo cual indicaba que las aguas ya habían retrocedido. Siete días mas tarde, en la tercera ocasión, la paloma ya no regresó y Noaj comprendió que la tierra ya había comenzado a secarse. Quitó entonces la cubierta y Di-s le dijo que saliera del arca. Noaj así lo hizo luego de permanecer en la nave durante todo un año. Luego ofreció sacrificios de gratitud a Di-s por haber sobrevivido. Di-s estuvo complacido con los sacrificios de Noaj y le prometió que nunca destruiría a la razahumana por medio de un diluvio. Luego hizo aparecer un arco iris en el cielo y le dijo a Noaj que serviría como símbolo de su promesa. A través de la descendencia de los tres hijos de Noaj, la Tierra volvió a poblarse y aparecieron los fundadores de numerosas naciones.
En esa época la humanidad hablaba un solo idioma, Lashon Hakodesh (hebreo).
Desgraciadamente los hombres no aprendieron la lección del diluvio y retornaron a las prácticas perversas. Las diferentes naciones se reunieron y resolvieron construir una ciudad con una torre que llegara hasta el cielo. Nuestros Sabios explican que esa gente malvada no estaba satisfecha con poseer la Tierra como morada, sino que pensaban ¿Por qué Di-s debe tener todo el cielo para El?. Ante esto, Di-s confundió sus lenguas, por ello la ciudad se llamó Babel que quiere decir mezcla, pues fue allí donde Hashem mezcló los idiomas de la humanidad. Se sucedieron diez generaciones desde Noaj hasta Abraham.
Este vivió en Ur Casdim, y fue allí que comprendió la unicidad de Di-s y arriesgó su vida por rechazar la idolatría.