Parasha Shmini
En ese momento toda la congregación estaba de pie en actitud reverente frente al altar, mientras Aharón ofrecía sacrificios para sí mismo y para la nación entera.
Nadav y Avihú, los hijos mayores de Aharón, ofrecieron incienso sobre fuego no consagrado y no tomado del altar. Una transgresión tal por parte de los Cohanim, que debían dar el ejemplo para el resto de la asamblea, era imperdonable. En consecuencia, ambos fueron consumidos por un fuego que venía “de la presencia del Señor”. Aharón estaba abrumado por el dolor de esta tragedia, pero Moshé le explicó que los Cohanim tenían la responsabilidad especial de mantener el elevado nivel de santidad requerido de ellos por Hashem.
Pureza y santidad deben ser los principios subyacentes en la vida diaria entre los judíos. Aunque está permitido comer carne de animales sólo se deben ingerir la de aquellos que la Torá indica.