Parashá Shoftim
En cada ciudad debían nombrarse jueces y funcionarios locales y la justicia debía ser administrada correcta e imparcialmente…
En consecuencia, un juez tenía prohibido mostrar parcialidad o aceptar sobornos. Si un juez local encontraba un caso muy difícil de resolver, debía derivarlo a una autoridad superior. Su decisión era definitiva.
El pecado de idolatría, determinado luego de una amplia investigación, era castigado con la muerte.
Moshé vaticinó que llegaría el tiempo en que los judíos desearían que los gobernara un rey, como ocurría con otras naciones. Cuando esto sucediera, el rey debería ser un israelita nativo elegido por Di-s.
La Torá prohíbe todas las formas de superstición y “magia” practicadas por un adivino.
Los israelitas no debían atemorizarse antes de entrar en batalla contra un enemigo poderoso, pues el Señor los protegería.