Parashá Vaerá
Hashem se reveló a Moshé y le anunció que los israelitas serían rescatados de la esclavitud y llevados a la Tierra Prometida…
Esto produjo temor en Moshé, pues se preguntaba cómo le escucharía el gran faraón si sus propios hermanos no lo hacían, especialmente por el hecho de que tenía dificultades de dicción. Nuevamente se le dijo que Aharón sería su vocero y que el faraón se rehusaría a permitir a los judíos la salida de Egipto hasta que Hashem no infligiese severos castigos a los egipcios.
La primera de diez plagas se desató entonces sobre Egipto, las aguas se convirtieron en sangre, pero el faraón no dejó salir al pueblo de Israel, entonces pulularon las ranas por doquier, luego los piojos infectaron a los egipcios y sus animales, pero tampoco el faraón cedió para dejar salir al pueblo de Israel, Hashem había endurecido su corazón. La cuarta plaga los animales feroces desvastaron las casas de los egipcios. La quinta plaga extendió una epidemia que mató al ganado egipcio, pero Paró se puso terco y tampoco dejó salir al pueblo. La sexta plaga produjo llagas, la séptima cayó granizo sobre los hombres, las bestias y toda la vegetación en la tierra de Egipto que destrozó las cosechas y diezmó el ganado que aún quedaba.
La primera de diez plagas se desató entonces sobre Egipto, las aguas se convirtieron en sangre, pero el faraón no dejó salir al pueblo de Israel, entonces pulularon las ranas por doquier, luego los piojos infectaron a los egipcios y sus animales, pero tampoco el faraón cedió para dejar salir al pueblo de Israel, Hashem había endurecido su corazón. La cuarta plaga los animales feroces desvastaron las casas de los egipcios. La quinta plaga extendió una epidemia que mató al ganado egipcio, pero Paró se puso terco y tampoco dejó salir al pueblo. La sexta plaga produjo llagas, la séptima cayó granizo sobre los hombres, las bestias y toda la vegetación en la tierra de Egipto que destrozó las cosechas y diezmó el ganado que aún quedaba.