Parsha Toldot
“El secreto del pozo de agua” “…y lo llamó Rejovot” (Bereshit 26:22)
En el párrafo bíblico de esta semana leemos sobre los tres pozos que excavó Itzjak, nuestro Patriarca. La Torá relata el tema en gran detalle, e incluso enumera los nombres de los pozos: “Eisek” (discusión), “Sitná”(acusación) y “Rejovot” (amplitud). El Rambán dice, que estos pozos aluden a los Sagrados Templos que serían construidos en el futuro. El primer Templo se llama “Eisek”; el segundo “Sitná”; mientras que el tercero se llama “Rejovot”, puesto que “será construido sin pelea ni discordia, y el Altísimo ensanchará nuestro territorio”.
También Abraham y Iaakov recibieron indicios sobre los tres Templos futuros, pero es con Itzjak que encontramos una alusión tan detallada, con tres nombres que encierran un sentido vinculado con cada uno específicamente.
Resulta entonces, que hay una relación especial entre los tres Templos y el patriarca Itzjak. Además, el hecho que la Torá haya elegido simbolizar a los tres Santuarios en la imagen de pozos de agua no es casual, con ello se desea expresar lo que son los Templos.
EL POZO Y EL MANANTIAL
Hay un pozo de agua y hay un manantial. La diferencia entre ellos es, que el pozo es producto de la mano del hombre, que excavó en la tierra y descubrió agua, mientras que el manantial es obra del Cielo. Sin embargo, conjuntamente con que el pozo es hecho por el hombre, no es él quién crea el agua y tampoco quien lo hace venir de un lugar a otro; el hombre tan solo revela el agua que ya se encontraba allí desde antes. Las aguas estaban cubiertas y ocultas y el hombre con su esfuerzo, sólo los descubrió y les permitió fluir hacia fuera. Este es también el sentido del Sagrado Templo: su función primordial es revelar la Shejiná, la Presencia Divina- “Y harán para Mí un Santuario y Moraré en ellos”. Por un lado somos nosotros los que debemos construirlo concretamente, con nuestra acción. Pero, no son nuestros actos los que generan la Santidad y la revelación de la Presencia Divina. Esta llega sola, desde Arriba, y nuestra función se resume a generar las condicione aptas para que Ella se pose.
ESFUERZO PERSONAL
Esto nos explica la relación especial entre el patriarca Itzjak y la construcción del Sagrado Templo. Entre los tres patriarcas, es Itzjak quién expresa la tendencia del esfuerzo personal. La línea central de conducta de Abraham era “jesed”- generar el descenso de la bondad Superior hacia aquí abajo. El accionar principal de Iaakov era “Torá”- también ella fue entregada desde “Arriba”. Mientras que el aspecto en el que concentraba Itzjak era “avodá”- el servicio a Di-s- el esfuerzo personal, a partir de uno mismo.
A TRAVÉS DEL EXILIO
Se despierta aquí un interrogante: el tercer Templo Sagrado no parece estar ligado al esfuerzo de la acción personal ya que descenderá desde lo Alto, y se llamará “la construcción del Altísimo”. ¿Por qué entonces, éste también es aludido a través de Itzjak?.
Pero la verdad es que, justamente el tercer Beit HaMikdash expresa más que los otros dos Santuarios el esfuerzo personal. El Tercer Templo llega después de la era del galut, un período de ocultamiento y de servir a Di-s a través de mucho esfuerzo personal. Es específicamente a través del duro trabajo espiritual de la época diaspórica que nos haremos acreedores de la construcción del Tercer Templo que será de una perfección total y perdurará eternamente.
Likutei Sijot Tomo 30 Pág. 116
En el párrafo bíblico de esta semana leemos sobre los tres pozos que excavó Itzjak, nuestro Patriarca. La Torá relata el tema en gran detalle, e incluso enumera los nombres de los pozos: “Eisek” (discusión), “Sitná”(acusación) y “Rejovot” (amplitud). El Rambán dice, que estos pozos aluden a los Sagrados Templos que serían construidos en el futuro. El primer Templo se llama “Eisek”; el segundo “Sitná”; mientras que el tercero se llama “Rejovot”, puesto que “será construido sin pelea ni discordia, y el Altísimo ensanchará nuestro territorio”.
También Abraham y Iaakov recibieron indicios sobre los tres Templos futuros, pero es con Itzjak que encontramos una alusión tan detallada, con tres nombres que encierran un sentido vinculado con cada uno específicamente.
Resulta entonces, que hay una relación especial entre los tres Templos y el patriarca Itzjak. Además, el hecho que la Torá haya elegido simbolizar a los tres Santuarios en la imagen de pozos de agua no es casual, con ello se desea expresar lo que son los Templos.
EL POZO Y EL MANANTIAL
Hay un pozo de agua y hay un manantial. La diferencia entre ellos es, que el pozo es producto de la mano del hombre, que excavó en la tierra y descubrió agua, mientras que el manantial es obra del Cielo. Sin embargo, conjuntamente con que el pozo es hecho por el hombre, no es él quién crea el agua y tampoco quien lo hace venir de un lugar a otro; el hombre tan solo revela el agua que ya se encontraba allí desde antes. Las aguas estaban cubiertas y ocultas y el hombre con su esfuerzo, sólo los descubrió y les permitió fluir hacia fuera. Este es también el sentido del Sagrado Templo: su función primordial es revelar la Shejiná, la Presencia Divina- “Y harán para Mí un Santuario y Moraré en ellos”. Por un lado somos nosotros los que debemos construirlo concretamente, con nuestra acción. Pero, no son nuestros actos los que generan la Santidad y la revelación de la Presencia Divina. Esta llega sola, desde Arriba, y nuestra función se resume a generar las condicione aptas para que Ella se pose.
ESFUERZO PERSONAL
Esto nos explica la relación especial entre el patriarca Itzjak y la construcción del Sagrado Templo. Entre los tres patriarcas, es Itzjak quién expresa la tendencia del esfuerzo personal. La línea central de conducta de Abraham era “jesed”- generar el descenso de la bondad Superior hacia aquí abajo. El accionar principal de Iaakov era “Torá”- también ella fue entregada desde “Arriba”. Mientras que el aspecto en el que concentraba Itzjak era “avodá”- el servicio a Di-s- el esfuerzo personal, a partir de uno mismo.
A TRAVÉS DEL EXILIO
Se despierta aquí un interrogante: el tercer Templo Sagrado no parece estar ligado al esfuerzo de la acción personal ya que descenderá desde lo Alto, y se llamará “la construcción del Altísimo”. ¿Por qué entonces, éste también es aludido a través de Itzjak?.
Pero la verdad es que, justamente el tercer Beit HaMikdash expresa más que los otros dos Santuarios el esfuerzo personal. El Tercer Templo llega después de la era del galut, un período de ocultamiento y de servir a Di-s a través de mucho esfuerzo personal. Es específicamente a través del duro trabajo espiritual de la época diaspórica que nos haremos acreedores de la construcción del Tercer Templo que será de una perfección total y perdurará eternamente.
Likutei Sijot Tomo 30 Pág. 116