Pirkei Avot- Capitulo 3
ÉL SOLÍA DECIR: “AMADO ES EL HOMBRE, PUES FUE CREADO A IMAGEN [DE DI-S]; UNA EXPRESIÓN AÚN MÁS GRANDE DE AMOR ES EL HECHO DE QUE SE LE DIERA A CONOCER QUE FUE CREADO A IMAGEN [DE DI-S], PUES FUE DICHO”:
“AMADO ES EL PUEBLO DE ISRAEL, PUES ELLOS SON LLAMADOS HIJOS DE DI-S; UNA EXPRESIÓN AÚN MÁS GRANDE DE AMOR ES EL HECHO DE QUE SE LES DIERA A CONOCER QUE FUERON LLAMADOS HIJOS DE DI-S, PUES FUE DICHO: VOSOTROS SOIS LOS HIJOS DE DI-S VUESTRO SEÑOR’.
“AMADO ES EL PUEBLO DE ISRAEL, PUES A ÉL SE ENTREGÓ UN PRECIOSO ARTÍCULO; UNA EXPRESIÓN AÚN MÁS GRANDE DE AMOR ES EL HECHO DE QUE SE LE DIERA A CONOCER QUE SE LE ENTREGÓ UN PRECIOSO ARTÍCULO, PUES FUE DICHO: ‘OS HE DADO UNA BUENA ENSEÑANZA; NO ABANDONÉIS Mi TORA’”.
EL SOLÍA DECIR — Hay tres cláusulas en esta mishná: una que expresa las virtudes positivas de la humanidad como un todo, una que indica las virtudes que tiene el pueblo judío sin considerar su vínculo con la Tora, y una que realza, las virtudes que el vínculo con la Tora aporta a nuestro pueblo.
Estas tres etapas se reflejan en la historia del mundo en general. Al comienzo, el hombre fue creado a imagen de Di-s. En el tiempo del Éxodo de Egipto, los judíos se distinguieron como hijos de Di-s, como está escrito: “Mi hijo, Mi primogénito, Israel”. No fue sino con la Entrega de la Tora que los judíos fueron dotados con la posibilidad de adquirir el tercer atributo, “un precioso artículo”, la Tora.
Estas tres fases se reflejan también en la vida personal de cada individuo. De niño, la preocupación se concentra más en las necesidades físicas y en ganar conocimiento práctico, características que el judío comparte con toda la humanidad. Con el bar mitzvá, la mayoría de edad, se adquiere el potencial para establecer un vínculo con Di-s mediante la observancia de las mitzvot, los preceptos, siendo ésta la herencia peculiar del pueblo judío. Y a medida que se madura y la comprensión intelectual prospera, llega a poder ahondar en el estudio y adquirir nuestra preciosa Tora.
Estas tres etapas pueden aplicarse también a la historia personal del mismo Rabí Akivá, el autor de esta mishná. El provenía de una familia de conversos. Así, ante todo apreció las virtudes que la humanidad posee como un todo. Durante los primeros cuarenta años de su vida fue ignorante, y por eso experimentó las virtudes innatas que poseen los judíos, aun cuando no han sido cultivados por el estudio de la Tora. Y finalmente pasó los posteriores ochenta años71 de su vida dedicado al estudio y la enseñanza de la Tora, del “artículo precioso” que Di-s encomendó al pueblo judío.
(Sijot Shabat Parshat Ajaréi-Kedoshím, 5728; Sijot Motzaéi Shabat Parshat Shelaj, 5739; Sijot Shabat Parshat Shelaj, 5741)
* AMADO ES EL HOMBRE, PUES FUE CREADO A IMAGEN [DE Dl-S] —
En su Guía de los Perplejos, Maimónides interpreta el ser “a imagen de Di-s” como nuestra capacidad de concebir las ideas intelectuales y la conciencia de conocer a “Aquel que habló y trajo el mundo a ser”. La capacidad de usar nuestras mentes para concebir intelectualmente a Di-s, y la posibilidad de dirigir nuestros pensamientos a Di-s, es el más precioso de nuestros potenciales humanos.
La creación de un escenario que conduzca al desarrollo y la concreción de estos objetivos debe ser el propósito de toda sociedad. En su sentido más perfecto esto se logrará en la Era de la Redención. Entonces el Mashíaj “perfeccionará el mundo entero [motivando a todas las naciones] para servir juntas a Di-s”, y en esa era “la ocupación del mundo entero será únicamente la de conocer a Dí-s”‘4.
No obstante, para ello no se requiere esperar al futuro. En nuestros días, dado que estamos en el umbral de la Redención mesiánica, es posible un saboreo previo.
Tenemos el potencial necesario para adelantar la elevada conciencia espiritual de Di-s y el conocimiento de El que caracterizará a la Era de la Redención, e incorporarla dentro de las fibras de nuestra sociedad. Y al hacerlo, contribuiremos a acelerar la llegada de esa Era de perfección universal.
(Sijot Shabat Parshat Ki Tetzé, 5751)