Salmón con mermelada de naranja
Esta receta es todo un vicio. A los que seguís muchos blogs de cocina, seguro que os suena. Pero es que es probarlo y te quedas enganchada… y quería compartirlo con vosotros, claro.
Como otras preparaciones parecidas, como el salmón caramelizado con salsa de soja, es contundente y en grandes cantidades podría resultar empalagoso. Es mejor preparar una ración y quedarse casi con ganas de más. Está buenísimo.
El salmón es uno de los pescados que más preparamos desde que estamos en Viena, y es que es de los que encuentro con mejor relación calidad-precio. Y como me aburre, me gusta disfrazarlo con este tipo de recetas. El resultado es espectacular, con un juego de sabores estupendo.
La receta más fácil no puede ser. Perfecta para impresionar, para darse un capricho o para una cena romántica (ahora que se acerca San Valentín y muchos estaréis buscando ideas…). Lo único que no todos los ingredientes son de los que hay en todas las casas (aunque en la mía no faltan). La receta lo vale, y tanto la mermelada, como las semillas de amapola (podéis encontrarlas en herboristerías), las almendras y el jengibre son productos económicos que aunque no soláis utilizar, se pueden comprar sin problema para una cena especial.
Ingredientes (para 2 personas):
– 2 lomos pequeños de salmón
– 1 cucharada de aceite de oliva
– 2 cucharadas de mermelada de naranja amarga (mejor si tiene trocitos)
– 2 cucharadas de vino blanco
– 1 cucharada de mostaza
– 1 cucharadita de miel
– 1 cucharadita de semillas de amapola
– 1 cucharadita de jengibre en polvo
– 1/4 cebolleta
– Almendras fileteadas
– Sal
Cómo preparar el salmón con mermelada de naranja:
Precalentamos el horno a 200º y ponemos los lomos de salmón en una bandeja apta para el horno. Los salamos, y cuando esté el horno caliente, los metemos a altura media 5 minutos.
De mientras, mezclamos en un cuenco el resto de ingredientes (salvo las almendras y la sal), con la cebolleta muy picada, y removemos bien.
Sacamos el salmón del horno, y con una cuchara ponemos sobre él la salsa, que se escurrirá en parte, pero no importa. Colocamos por encima las almendras fileteadas y volvemos a introducir al horno.
Con los lomos que yo utilizo, son suficientes otros 5 minutos, dependerá del tamaño del salmón. Pero cuando las almendras empiecen a tomar color debería estar listo.
Sacamos y colocamos en los platos, regando bien con toda la salsa que ha quedado en la fuente del horno, ¡prohibido no rebañar bien!