Salud: Reglas del Rambam
La guía del Rambam para la buena salud, como se enumera en Hiljot De´ot 4:1-20, es así: Tener un cuerpo sano y saludable es un servicio fundamental a Hashem, dado que es imposible comprender…
Moshé Goldberger
La guía del Rambam para la buena salud, como se enumera en Hiljot De´ot 4:1-20, es así:
Tener un cuerpo sano y saludable es un servicio fundamental a Hashem, dado que es imposible comprender o entender el conocimiento de la Torá cuando uno está enfermo. Por lo tanto, uno debe alejarse de aquello que le daña el cuerpo y acostumbrarse a aquello que cura y mantiene la salud.
Uno no debería comer a menos que tenga hambre, ni beber a menos que tenga sed.
Uno no debería contenerse de mover el vientre… Más bien, debería atender estas necesidades de inmediato.
Este punto se basa en la enseñanza talmúdica de que el que demora una visita al baño puede transgredir la prohibición de «No contaminaréis vuestras personas» (Vaikrá 20:25). Véase Shulján Aruj, Oraj Jaim 3:17, donde esta halajá se expone explícitamente.
Una persona no debe comer hasta llenar el estómago por completo…
Este concepto se enseña en la Guemará (Guitín 70a) en tres variaciones: «El que come hasta su capacidad se enfermará… Eliahu [el Profeta] enseñaba: Come un tercio, bebe un tercio y deja un tercio de tu estómago vacío… Uno debe abstenerse de comer antes de que su estómago se llene».
» Uno no debe beber demasiado durante una comida”
Uno no debe comer hasta que no ocuparse primero de sus necesidades corporales, si fuera necesario (véase Shabat 41a).
Uno no debería comer hasta que no haya caminado, hasta sudar, trabajado o ejercitado el cuerpo de alguna manera… (véase Sefer Shaarei Orá 2:193).
Uno siempre debería sentarse mientras come…
Esto se basa en la Guemará, «Hay tres cosas que debilitan la fuerza de uno: comer mientras se está de pie o beber mientras se está de pie…» (Guitín 70a).
Uno no debería hacer un gran esfuerzo ni hacer ejercicio inmediatamente después de una comida.
El día y la noche son veinticuatro horas. Es suficiente para un individuo dormir un tercio de éste, que son ocho horas… levantándose antes de la salida del sol.
Uno no debería dormir boca abajo ni boca arriba, solamente de costado. [Es mejor] empezar durmiendo del lado izquierdo y finalizar del lado derecho.
Uno no debería dormir inmediatamente después de comer. Más bien, debería esperar tres o cuatro horas después de comer. No debería dormir durante el día.
Uno debería ingerir alimentos que descarguen el sistema digestivo antes de comer una comida.
Si uno quiere comer aves y carne juntas, debería comer primero el ave. Siempre debe comer las comidas livianas antes de las comidas pesadas.
En el verano, uno debería comer alimentos frescos sin muchos condimentos y usar vinagre. En el invierno, debería comer comidas calientes con condimentos y un poco de mostaza. Este sistema también debiera aplicarse a los climas fríos y cálidos.
Hay algunos alimentos que son dañinos y siempre deberían evitarse: pescado grande, salado y curado; queso estacionado y salado; hongos; carne curada y salada… y cualquier alimento que tenga un olor hediondo o un sabor muy amargo. Estos pueden ser como veneno mortal para el cuerpo.
Hay otros alimentos que no son tan malos, [incluyendo]… pescados grandes, porotos, repollo y especias… Uno sólo debería ingerir pequeñas cantidades de ellos raramente. También depende de la estación.
Hay alimentos que son menos dañinos… pero, aun así, no es prudente ingerirlos en exceso. El que es sensato y controla su inclinación, y no es arrastrado por sus deseos, se abstendrá de comerlos por completo, a menos que los necesite por razones médicas.
Uno no debería comer algunos frutos en exceso. Los frutos no maduros son dañinos… Los higos, las uvas y las almendras siempre son buenas, sean frescas o secas.
La miel y el vino son malos para los niños, pero beneficiosos para las personas mayores, especialmente en el invierno. Uno debería comer menos en el verano que la cantidad que ingiere durante el invierno.
La Guemará también nos advierte que evitemos comer huevos, ajo o cebollas que se pelaron y se dejaron fuera durante la noche, puesto que pueden ocasionar un gran daño a una persona (Nidá 17a). El Rebe Klausenberger, zt»l, decía que ésta podía ser una de las causas de algunas enfermedades graves que aquejan a las personas en la actualidad.
Una persona siempre debería controlar que sus evacuaciones intestinales sean regulares. Éste constituye un principio importante para mantener una buena salud: la constipación conduce a los trastornos intestinales.
Se ha dado otra regla en cuanto a las cuestiones de salud: una persona que hace ejercicio físico, no llena su estómago y mantiene suelto su sistema digestivo será sana y fuerte…
Por otra parte, el que se sienta ociosamente y no hace ejercicio físico, retrasa mover el vientre o siempre está constipado… siempre sufrirá y carecerá de fuerzas.
Comer excesivamente es como veneno para todas las personas y es una causa primordial de enfermedad. La mayoría de las enfermedades son causadas por ingerir alimentos dañinos o por comer en exceso, aun comidas sanas. Esto es lo que dijo el Rey Salomón en su sabiduría: «El que cuida su boca [de comer alimentos perjudiciales o de comer en exceso] y su lengua [de hablar innecesariamente] guarda su alma de problemas» (Mishlé 21:23).
Uno debería lavarse [por lo menos] una vez cada siete días. No debería bañarse inmediatamente antes de comer, ni cuando tiene hambre. Después de usar agua caliente, debería usar agua tibia y, luego, agua fría… (véase Shabat 41a).
Uno debería verificar si necesita orinar antes y después de un baño, antes y después de una comida, antes y después de las relaciones íntimas, antes y después de hacer ejercicio, antes y después de dormir.
Uno debería tener cuidado de abrigarse bien después de un baño… y de descansar un poco.
Uno no debería abusar de las relaciones íntimas.
A toda persona que mantenga estas prácticas se le garantiza que no se enfermará durante su vida, hasta que sea muy anciana. No necesitará un médico y será sana todos sus días, a menos que haya nacido con un defecto, se haya comportado inadecuadamente o haya una epidemia o hambre.
El Rab Eliahu Lopian, zt»l, una vez rechazó una comida que se le ofreció, diciendo: «Lo lamento, pero mi doctor no me permite comer esa comida». Poco después, se le preguntó a qué doctor se estaba refiriendo. Contestó: «Al Rambam».
Extraído del libro Trátese bien, Editorial Perspectivas