Shelaj–”Tomar la iniciativa”
“Envía por ti”- en base a tu decisión…(Rashi- Bamidvar 13:2)
Cuando Di-s habló a Moshé sobre el envío de espías a la Tierra de Israel, le dijo: “Envía por ti”.
Explican nuestros Sabios que la idea de inspeccionar la tierra de Israel surgió del Pueblo Judío y Moshé consultó al respecto con Di-s. Hashem le dijo: “Envía por ti – en base a tu decisión. Yo no te ordeno, si deseas hacerlo – mándalos.”
Está claro que Moshé no tenía dudas respecto a las bondades de la Tierra de Israel y por supuesto que no desconfiaba de la promesa Divina acerca de la posibilidad de su conquista. Su intención fue la de enviar espías para conseguir información referente a la estrategia con la que debían encarar la guerra y la invasión. De hecho está señalado así en el versículo (Devarím 1:24): “Enviemos hombres delante nuestro… y nos informarán acerca del camino por el que debemos ascender y las ciudades a las que llegaremos”.
Ciertamente, Di-s prometió Eretz Israel a los iehudim y por ende era claro que iba a ser conquistada por manos judías, pero de acuerdo a la Torá “no debemos apoyarnos en el milagro” y se nos pide conducirnos de acuerdo a las leyes de la naturaleza. Por eso Moshé consideró correcto enviar espías, armar una estrategia y no apoyarse sólo en el milagro. De todas formas consultó primero con Di-s.
SE SOBREENTIENDE
Pero entonces se presenta la pregunta: Si era lo correcto mandar espías, ¿por qué Hashem mismo no lo ordenó desde un principio? Si de acuerdo a la Torá debían tomarse recaudos militares, ¿por qué Hashem dejó en manos de Moshé la decisión?.
La respuesta es simple: Debido a que se entendía que esta misión de espionaje era necesaria para la conquista de Israel por la vía natural, no era imperioso que Hashem lo indicara. Más aún, el Altísimo desea que la persona se esfuerce y piense cómo concretar la orden de Di-s de la forma más provechosa y completa, sin esperar indicaciones a cada paso.
UN ROL ETERNO
De esto podemos extraer una enseñanza eterna. Tal como nuestros antepasados recibieron la orden de conquistar la Tierra de Canaán y convertirla en Tierra de Israel, así también, en lo conceptual, cada judío en cada generación tiene el mandato de Di-s de “conquistar” el mundo material y ponerlo al servicio de la santidad, transformándolo así en un instrumento de espiritualidad. Además de cumplir con lo que ya es sagrado – la observancia de las Mitzvot y el estudio de la Torá – debe darle a todo lo material un propósito de santidad.
El iehudí puede pensar que debe esperar pasivamente una orden Divina con todos sus detalles para llevar a cabo esta “conquista”. Que la Torá, el Moshé Rabeinu de la generación, los rabinos, etc, le indiquen exactamente qué hacer y decir en cada paso. Nos enseña la Torá que debemos tomar la iniciativa y esforzarnos por nuestra cuenta. Cada cual debe observar a su alrededor y estar atento a las circunstancias que lo rodean, para hacer uso de las posibilidades a su alcance que permitan convertirlas en instrumentos de la Voluntad de Di-s.
NO DUDAR
Pero fundamentalmente debemos recordar la enseñanza principal de esta Parshá: cuando la Torá te pide que analices la forma de cumplir una misión Divina – como ser cumplir una Mitzvá – no debes opinar acerca del cumplimiento mismo de ese mandato de la Torá, sino en cual es la estrategia para lograrlo con éxito y de la mejor manera. Ese fue el error de los espías, que dudaron que el mismo mandato de Di-s fuera posible de cumplir. Y por eso pecaron, pues no fue eso lo que se les encargó analizar.
El judío no debe flaquear sobre rol esencial que le fue encomendado por la Torá. Pero cada cual debe poner en acción su intelecto y capacidad para encontrar la forma óptima de ejecutarlo.
Sefer Hasijot 5748, Tomo 2 pag 490