Shoftim- “¿Quién puede dar testimonio de Di-s?”
En el párrafo bíblico de nuestra semana, la Torá dictamina que para que un testimonio tenga valor, son necesarios dos testigos: “En base a dos testigos… se definirá el tema”.
En términos generales, la función de los testigos abarca dos tipos -hay un testimonio que esclarece y hay otro que formaliza y genera el hecho. Los testigos que esclarecen tienen como objetivo sólo aclarar lo ocurrido. Por ejemplo, cuando se testifica que Fulano tomó prestado de su compañero, con el testimonio se contribuye con el juzgado para que pueda aclarar la verdad. Pero la presencia de testigos en el momento de llevarse a cabo el préstamo, no cambia nada en lo que hace a la obligación del prestatario a devolver el préstamo tomado. Diferente es con los testigos que formalizan. Con su presencia dan valor y vigencia al acto presenciado. Por ejemplo, los testigos del casamiento hacen a la boda, y ¡si no hubo testigos (aptos) en ese momento -el casamiento no es válido!
REVELAR AL ALTÍSIMO
Estos dos tipos de testigos existen también en la dimensión espiritual. El Profeta dice: “Ustedes son Mis testigos”. El Zohar trae sobre ello dos explicaciones: la primera es que los testigos son el pueblo de Israel, y la segunda, que los testigos son el cielo y la Tierra, como está escrito: “Puse como vuestros testigos al cielo y la tierra”. Estos dos comentarios concuerdan con los dos tipos de testigos mencionados.
La necesidad de testigos en el plano espiritual es, para revelar al Altísimo en ese plano donde no hay acceso directo, como los testigos que informan sobre aquello a lo que uno mismo no puede llegar. Es verdad que puede llegarse al conocimiento de la existencia de Di-s a través del intelecto, esto está abierto, no necesita de “testigos”, sin embargo, la razón lógica puede llegar a captar tan sólo al nivel Divino que está vinculado a la Creación. Lo que captamos de Di-s a través de Su Creación es abierto, no requiere de “testimonio”.
Pero a la Esencia misma de Hashem, que es superior a toda captación y entendimiento, la razón no puede acceder. Para ello se necesita de “testimonio”.
ACLARAR Y GENERAR
En este “testimonio” hay dos tipos: “los testigos esclarecedores” son los cielos y la Tierra. Ellos nos clarifican la verdad, a través de revelar la fuerza Divina infinita que emana del Altísimo. El hecho que el cielo y la tierra son eternos, a pesar de ser limitados, atestigua sobre la fuerza infinita del Creador. Son los testigos que revelan la Verdad.
El segundo tipo de “testigos” es el pueblo de Israel, cuya función no se limita a esclarecer y revelar la verdad, sino en ser “testigos que generan y formalizan”. Ellos son los que crean el hecho. Las almas de Israel, cuya raíz está en la misma Esencia de Hashem, a través del cumplimiento de los preceptos, hacen morar al Altísimo en Su misma Esencia aquí en este mundo, e introducen en el mundo el más alto nivel de Santidad Divina.
MAS ALLÁ DE TODO CÁLCULO
También en el servicio al Altísimo está el concepto del “testimonio”. Hay una labor espiritual abierta, que no necesita de testigos.
Esto es el servir a Di-s en la medida de la razón lógica, e incluso entregándose totalmente (mesirut nefesh) como consecuencia del análisis racional. El propio intelecto llega a la conclusión de que hay situaciones en las que hay que entregarlo todo por Di-s.
“Testimonio” en el servicio al Altísimo significa una entrega que va más allá de todo cálculo y especulación racional. Esto no tiene lugar en la realidad lógica del hombre. La entrega del alma y la vida sin condicionamientos ni cálculo alguno. Como consecuencia de la misma unión que existe entre Di-s y el judío que no permite que nada interfiera con el cumplimiento del mandato de la Voluntad Divina (las Mitzvot). Sobre este tipo de conducta dice Di-s: “ustedes son Mis testigos”
Likutei Sijot tomo 19 pag. 188