Ki Tetze
Por Chana Weisberg
Hace poco leí un artículo sobre una emprendedora exitosa. Es una madre ocupada y práctica de tres niños pequeños que también dirige un negocio próspero. Tiene varios empleados y participa constantemente en el lanzamiento de nuevos proyectos. Además, está escribiendo un libro sobre sus ideas de negocio.
¿Cómo logra equilibrarlo todo?
Explicó una herramienta clave para evitar distraerse. Siempre lleva consigo una pequeña libreta negra. Durante sus numerosas reuniones, anota notas o recordatorios importantes. De esta manera, despeja su mente y se concentra en sus objetivos, en lugar de en las tareas que necesita recordar.
Más importante aún, al comenzar el día, anota tres o cuatro objetivos que quiere completar ese día. Necesita ser flexible para adaptarse a las muchas distracciones que requerirán su atención. Pero, si al final del día ve que logró esos tres o cuatro objetivos, sabe que va por buen camino.
La parashá de esta semana , Ki Tetze, comienza con las palabras: “ Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, el Señor tu Di-s los entregará en tus manos”.
Cada día, nos enfrentamos a un campo de batalla intentando hacer realidad nuestras esperanzas, metas y sueños, mientras diversas fuerzas en nuestra vida luchan por vencernos. Diariamente, luchamos por priorizar nuestros compromisos, decidiendo qué podemos dejar de lado y cuáles no.
En cada batalla, la clave para alcanzar la victoria es tomar la delantera, superar a nuestros enemigos. No podemos quedarnos estancados en las minucias de la vida diaria; necesitamos superarlas, sin perder de vista nuestros objetivos finales. Y lo más importante, debemos recordar que es Di-s quien nos guiará a la victoria y nos ayudará a acceder a nuestros talentos para triunfar.
Más adelante en la parashá , se nos ordena: “ Cuando construyas una casa nueva, harás una barandilla para su techo”.
Construir una casa puede significar trabajar en cualquier proyecto, meta o misión que nos propongamos. Para tener éxito y evitar ser arrastrados por las distracciones de la vida, debemos mantenernos alejados de ellas. Lo logramos construyendo una barrera que nos mantenga en el buen camino. Al establecer límites adecuados, podemos centrarnos en lo importante para no desviarnos de nuestros objetivos.
No todos somos aptos para construir empresas grandes y exitosas. Pero, lo que es más importante, todos podemos —y debemos— dedicarnos a desarrollar nuestra espiritualidad para convertirnos en las personas que deseamos ser.
El Año Nuevo está a la vuelta de la esquina. Quizás sea un buen momento para hacer una lista de nuestras tres o cuatro metas espirituales para el año que viene.
Y con la ayuda de Di-s, tendremos éxito.