La vibración que nos transporta
¿Cuándo se utiliza y qué es? Como sabemos, el Shofar es simplemente un cuerno de carnero. Todo el año permanece escondido y olvidado en algún lugar del Arón Hakodesh (Arca Sagrada donde se encuentran los Rollos de la Torá) en la Sinagoga, o en otro lugar adecuado, y no le dedicamos ni siquiera un pensamiento.
Pero cuando llega el Mes de Elul (anterior a Rosh Hashaná, el nuevo año), el Shofar surge de su escondite, se lo hace sonar a diario todo este mes, llegando a jugar un papel prominente durante los Iamim Noraim (Días Solemnes: Rosh Hashaná y Iom Kipur). El sonido del Shofar marca el momento culminante del servicio de Rosh Hashaná y hace su aparición final al concluir el servicio de Iom Kipur (Día del Perdón).
Observemos detenidamente el Shofar. Quizás podamos descubrir algo sobre él que no conocíamos antes. Por ejemplo ¿alguna vez se detuvieron a pensar de qué se trata de uno de los instrumentos de viento más antiguos que utilizó el hombre? Sólo la flauta de cáñamo (llamada en la Biblia “Ugav”) se le compara en edad, pero ésta no toma parte alguna en nuestro servicio Divino del presente. El Shofar sin embargo, ¡es el mismo que usamos por miles de años! A través de toda la historia de la humanidad se han inventado nuevos instrumentos y los viejos han sido descartados, y sólo en los museos podemos encontrar una antigua flauta o un viejo instrumento de viento. ¿No es entonces sorprendente que nos aferremos a nuestro antiquísimo Shofar?
Por supuesto si se considera al Shofar desde el punto de vista de un instrumento “musical”, no podemos atribuírle gran importancia. No produce notas suaves y delicadas como una moderna flauta o trompeta o cualquier instrumento de viento. Pero después de todo, para nosotros, el Shofar no es un instrumento “musical”. No se lo utiliza para placer o entretenimiento. Por el contrario tiene un profundo significado. Es un llamado a la reflexión y al arrepentimiento, que proclama la llegada de los Aseret Iemei Teshuvá (Diez Días de. Volver a Di-s), que comienzan con Rosh Hashaná y culminan con Iom Kipur. Su mensaje, en las palabras del Gran Maimónides, es: ”Despertad, vosotros que dormís, y reflexionad sobre vuestras acciones; retomad y recordad a vuestro Creador. Aquellos que olvidan la verdad con las necedades de la época, y pierden los años en busca de cosas vanas y vacías que no benefician ni salvan: fijaos en vuestras almas y mejorad vuestros caminos y acciones; que cada uno abandone su mal camino y su mal pensamiento y regrese a Di-s para que El pueda tener misericordia de vosotros “.
He aquí entonces la función más importante del Shofar. Su sonido inspira reverencia, y toca una sensible cuerda en nuestros corazones, encendiendo sentimientos de arrepentimiento, sumisión y humildad. En efecto, los sonidos del Shofar, transmitidos por tradición de generación en generación, son muy parecidos al llanto de un niño. Rabí Levi Itzjak de Berditchov dijo que el sonido del Shofar es el de un niño perdido que llora, llamando a su padre:: “Padre, padre, sálvame. Padre, padre, apiádate de mí”. Representa el llanto de cada judío que se siente alejado y desea acercarse al Creador. Los sonidos del Shofar son tres: 1- Tekiá (un sonido largo y uniforme), 2- Shevarim (un sonido entrecortado en tres notas medianas rotas) y 3- Teruá (el sonido entrecortado en nueve o más sonidos cortitos). Se tocan en el siguiente orden; 1) Tekiá- Shevarim- Teruá- Tekiá, 2) Tekiá- Shevarim- Tekiá y 3) Tekiá- Teruá- Tekiá. Como se mencionó arriba, es costumbre en las comunidades ashkenazíes, hacer sonar el Shofar durante todo el mes de Elul, al finalizar el servicio matutino de shajarit. Esto se hace como preparativo y llamado de atención ante la inminente llegada de Rosh Hashaná, el Iom Hadín, día de juicio de toda la humanidad. El Shofar fue tocado en el mes de elul ya hace 3315 años atrás, mientras Moisés permaneció sobre el Mónte Sinaí, cuarenta días y cuarenta noches, para recibir las segundas Tablas de la Ley. El día de Rosh Hashaná, primero de Tishrei, es un deber de todo judío de escuchar el sonar del Shofar, como dice la Biblia en Números 29:l- Por eso se llama a Rosh Hashaná también con el nombre de “Iom Teruá”, día de sonar el Shofar. Durante el servicio de Rosh Hashaná se toca el Shofar en dos oportunidades. La primera: después de la lectura de los Rollos de la Torá y la Haftará, antes de la oración de Musaf. En esta ocasión se toca cada uno de los tres grupos de sonidos tres veces, sumando un total de 30 sonidos. Luego se toca nuevamente el Shofar durante el rezo de Amidá de Musaf. En conjunto, en el curso de la mañana de Rosh Hashaná se emiten cien notas.
El día anterior a Rosh Hashaná no se toca el Shofar para hacer un intervalo que diferencie los sones tocados durante el mes de Elul como una costumbre y aquellos emitidos por orden Divina, en Rosh Hashaná.
Un toque largo al final del servicio de Iom Kipur representa la culminación del Día del Perdón.
SIMBOLO DE SACRIFFCIO Y ENTREGA
Nuestro Shofar, como ya se ha mencionado, es un cuerno de carnero. ¿Por qué de carnero? Nuestros Sabios explican que éste es un recuerdo de la Akeidat Itzjak (“atado de Itzjak”, el segundo patriarca). Cuando Di-s probó la lealtad de Abraham, le ordenó sacrificar a su hijo Itzjak. Cuando Abraham estaba dispuesto a hacerlo, Di-s le dijo que había pasado la prueba y que de ningún modo le hiciese daño a Itzjak. Abraham, ansioso de cumplir con la orden del Creador buscó otra ofrenda. Un carnero, enredados sus cuernos en los matorrales, fue tomado entonces por Abraham y ofrecido sobre el altar en lugar de Itzjak. El recuerdo de la Akeidá en Rosh Hashaná no sólo sirve como fuente de inspiración hacia el auto-sacrificio y la entrega incondicional en el servicio de Di-s, sino también representa una recomendación especial frente a la justicia Celestial, para protegernos y acordarnos misericordia por el mérito de Abraham, nuestro padre, si no lo merecemos por nuestros propios méritos.
INSPIRA HUMILDAD
Dado que el propósito del Shofar es inspiramos humildad, reflexión y arrepentimiento, podemos comprender por que no se debe decorar ricamente el instrumento. Las decoraciones y ornamentos no lo hacen impropio para su uso cuando cubren sólo su exterior. Pero si penetran en las paredes del cuerno atravesándolo completamente, éste se vuelve inutilizable.
Quizás esto sirva de lección sobre la importancia de la simplicidad y la humildad. Como el Shofar, que se vuelve inadecuado si el oro o la plata de sus ornamentos cortan el hueso del instrumento, así nosotros también, seres humanos, nos volvemos inadecuados si permitimos que el oro y la plata se transformen en una parte tan importante de nuestra vida como para “cortar el hueso” y tomar posesión de nuestras mentes y almas.
EL SHOFAR DURANTE LA ENTREGA DE LA TORA
Antiguamente el Shofar era utilizado en ocasiones muy solemnes. Encontramos al Shofar mencionado por primera vez en relación a la Revelación de Di-s sobre el Monte Sinaí, en el momento de la entrega de la Torá, cuando “la voz del Shofar fue extremadamente fuerte, y toda la gente presente en el campamento tembló”.
Así, el Shofar que escuchamos en Rosh Hashaná nos viene a recordar nuestra aceptación de la Torá y sus leyes.
GRITO DE BATALLA CONTRA LOS MALOS HÁBITOS
El Shofar solía ser sonado cuando se libraba una guerra contra un enemigo peligroso. Así el Shofar que escuchamos en Rosh Hashaná debe servimos de grito de batalla contra nuestro enemigo interior, las inclinaciones y pasiones perversas.