El ayuno de Guedaliá
Los motivos y razones por las cuales ayunamos el día posterior a Rosh Hashaná. En la Biblia (Zacarías 7:5), se hace referencia a éste como “el ayuno del séptimo”, ya que es observado en Tishrei, el séptimo mes contando a partir de Nisán. Si Rosh HaShaná resulta ser un jueves y un viernes, el ayuno que coincidiría con Shabat es postergado al domingo, el cuatro de Tishrei ya que los ayunos públicos —con la sola excepción de Iom Kipur— no se observan en Shabat.
El ayuno comienza al amanecer y se extiende hasta la aparición de las estrellas por la noche. En la repetición de la Amidá de Shajarit, el Jazán recita Aneinu (un párrafo especial que se agrega en los días de ayuno; ver Sidur, pág. 53). Se saca la Torá del Arón Kodesh (Arca), y se leen los pasajes de VaijaI (Exodo 32:1 1-14 y 34:1-10).
Este ayuno fue decretado por nuestros Sabios para conmemorar el asesinato de Guedaliá, el hijo de Ajikám, a manos de Ishmael, hijo de Netaniá, instigado por el Rey de Amón. Con la muerte de Guedaliá se extinguió la última llama de autonomía judía luego de la destrucción del primer Beit HaMíkdash. Miles de personas fueron rnasacradas, y aquellas que sobrevivieron fueron conducidas al exilio.
Cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, destruyó el Beit HaMíkdash, y condujo a los judíos al exilio, permitió que un remanente permaneciera en la Tierra de Israel, nombrando como gobernador a Guedaliá. Los judíos que habían escapado a Moav, Amón, Edóm y otros países vecinos, regresaron a la tierra y cultivaron las áreas que el rey babilónico les había asignado. Cuidaron los viñedos y gozaron de un nuevo respiro de su anterior opresión.
Pero la tregua fue demasiado breve. El rey de Amón era hostil y envidioso, y así fue que envió a Ishmael para que asesinara a Guedaliá.
En el mes de Tishrei, Ishmael salió al encuentro de Guedaliá en la ciudad de Mitzpá. Aunque Guedaliá había sido prevenido respecto de las intenciones de Ishmael, no creyó en los informes que recibió, considerándolos una calumnia. Guedaliá recibió a Ishmael y le rindió grandes honores. Ishmael asesinó a Guedaliá y a muchos dc los judíos presentes, así como también a la guardia caldea que Nabucodonosor había asignado a su gobernador. Aquellos judíos que permanecían en la Tierra de Israel temieron la inevitable venganza del rey babilónico y huyeron a Egipto. Así, el remanente que había quedado en el país se dispersó y la tierra quedó desolada.
En conmemoración de estos trágicos acontecimientos, los Sabios establecieron “el ayuno del séptimo mes” en el día del asesinato de Guedaliá.
Algunos sostienen que Guedaliá fue asesinado el primer día de Tishrei y que el ayuno fue postergado hasta el tercer día ya que no tenemos permitido ayunar en esa fecha.
Nuestros Sabios señalan respecto de este ayuno (Rosh HaShaná 18):
Esto nos enseña que la muerte de un justo equivale al incendio de la
Casa de Di-s, ya que así como se decrete un ayuno en conmemoración de la destrucción del Beit HaMíkdash, así también se decrete un ayuno en conmemoración de la muerte de Guedaliá.
Extraído de Nosotros en el Tiempo Editorial Kehot
El ayuno comienza al amanecer y se extiende hasta la aparición de las estrellas por la noche. En la repetición de la Amidá de Shajarit, el Jazán recita Aneinu (un párrafo especial que se agrega en los días de ayuno; ver Sidur, pág. 53). Se saca la Torá del Arón Kodesh (Arca), y se leen los pasajes de VaijaI (Exodo 32:1 1-14 y 34:1-10).
Este ayuno fue decretado por nuestros Sabios para conmemorar el asesinato de Guedaliá, el hijo de Ajikám, a manos de Ishmael, hijo de Netaniá, instigado por el Rey de Amón. Con la muerte de Guedaliá se extinguió la última llama de autonomía judía luego de la destrucción del primer Beit HaMíkdash. Miles de personas fueron rnasacradas, y aquellas que sobrevivieron fueron conducidas al exilio.
Cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, destruyó el Beit HaMíkdash, y condujo a los judíos al exilio, permitió que un remanente permaneciera en la Tierra de Israel, nombrando como gobernador a Guedaliá. Los judíos que habían escapado a Moav, Amón, Edóm y otros países vecinos, regresaron a la tierra y cultivaron las áreas que el rey babilónico les había asignado. Cuidaron los viñedos y gozaron de un nuevo respiro de su anterior opresión.
Pero la tregua fue demasiado breve. El rey de Amón era hostil y envidioso, y así fue que envió a Ishmael para que asesinara a Guedaliá.
En el mes de Tishrei, Ishmael salió al encuentro de Guedaliá en la ciudad de Mitzpá. Aunque Guedaliá había sido prevenido respecto de las intenciones de Ishmael, no creyó en los informes que recibió, considerándolos una calumnia. Guedaliá recibió a Ishmael y le rindió grandes honores. Ishmael asesinó a Guedaliá y a muchos dc los judíos presentes, así como también a la guardia caldea que Nabucodonosor había asignado a su gobernador. Aquellos judíos que permanecían en la Tierra de Israel temieron la inevitable venganza del rey babilónico y huyeron a Egipto. Así, el remanente que había quedado en el país se dispersó y la tierra quedó desolada.
En conmemoración de estos trágicos acontecimientos, los Sabios establecieron “el ayuno del séptimo mes” en el día del asesinato de Guedaliá.
Algunos sostienen que Guedaliá fue asesinado el primer día de Tishrei y que el ayuno fue postergado hasta el tercer día ya que no tenemos permitido ayunar en esa fecha.
Nuestros Sabios señalan respecto de este ayuno (Rosh HaShaná 18):
Esto nos enseña que la muerte de un justo equivale al incendio de la
Casa de Di-s, ya que así como se decrete un ayuno en conmemoración de la destrucción del Beit HaMíkdash, así también se decrete un ayuno en conmemoración de la muerte de Guedaliá.
Extraído de Nosotros en el Tiempo Editorial Kehot