Parashá Itro
Mientras Moshé llevaba a cabo su misión en Egipto, su familia regresó a Midián. El suegro de Moshé, Itró, llevó a su hija Tzipora y a los hijos de aquél a Refidim (en el desierto).Moshé dio la bienvenida a Itró en forma afectuosa y le contó todo lo que Hashem había hecho por los judíos. Su suegro reconoció totalmente el poder de D-s y Le ofrendó sacrificios. Observando que Moshé estaba sobrecargado de tareas judiciales, Itró le aconsejó que nombrara jueces para ayudarlo y que él se concetrara sólo en los casos más difíciles. Moshé actuó conforme a este sabio consejo e Itró regresó a Midian.
El primer día del tercer mes (Siván) después de su partida de Egipto, los Iehudim llegaron al desierto de Sinaí y acamparon frente a la montaña. Moshé se aproximó a ella y oyó la voz de Hashem instruyéndole para que recordara al Pueblo cómo Él los había liberado de Egipto. Si ellos Le obedecían, se transformarían en «un reino de sacerdotes y una nación santa». Moshé descendió de la montaña y repitió las palabras de Di-s a los ancianos y a todo el pueblo. Como una nación unida, respondieron todos juntos: «haremos y escucharemos».
El pueblo debía prepararse durante tres días para el gran suceso de “Matan Torá” – La entrega de la Torá.
Después de que transcurrieron esos tres días, el seis de Siván, se produjeron truenos y relámpagos, y una densa nube descendió sobre la montaña. El monte Sinaí estaba envuelto en humo.
Después llegó el momento más sobresaliente de la historia del mundo. La voz de Hashem fue oída por todo hombre, mujer y niño, mientras formulaba las bases de la conducta moral y religiosa de todos los tiempos:
1 – Yo soy Hashem, tu Elokim, Quien te saqué de la tierra de Egipto…
2 – No tendrás otros dioses delante de Mí…
3 – No tomes (o sea, no jures en) el nombre de Hashem, tu D-s , en vano…
4 – Acuérdate del Shabat para santificarlo…
5 – Honra a tu padre y a tu madre…
6 – No matarás
7 – No cometerás adulterio
8 – No robarás
9- No levantarás falso testimonio contra tu prójimo
10- No codiciarás la casa de tu prójimo…