Shoftim – “¿Cómo se nombran reyes hoy en día?”
En nuestra Parshá la Torá ordena al pueblo de Israel: “Colocar has de colocar sobre ti un rey”…
Sobre esto comentan nuestros sabios Z”L: “Tres preceptos le han sido ordenados a Israel al ingresar a la Tierra de Israel, nombrarás un rey, etc”. De ello se desprende la importancia del precepto de designar un rey, algo que incluso pertenece al grupo de Mitzvot que dependen de la Tierra de Israel.
En la época del profeta Shmuel los judíos se dirigieron a él y le solicitaron que corone sobre ellos un rey. Dice sobre ello el profeta: “Y fue malo el asunto en los ojos de Shmuel”. El Altísimo le dijo: “pues a Mí me despreciaron de reinar sobre ellos”.
Esto llama poderosamente la atención: ¿no es acaso una Mitzvá de la Torá nombrar un rey? ¿Por qué entonces ve Hashem este acto con tanta gravedad? Y por el otro lado, si no es positivo aspirar a tener un rey ¿por qué ordenó Hashem a Shmuel que consienta a la voluntad del pueblo y les designe un monarca?
NIVELES DE REINADO
Explican las enseñanzas jasídicas al respecto, que es posible tomar al reino simplemente como un factor que genera en la gente “el miedo al monarca”, lo que permite el imperio de la ley y el orden en un país. Pero cuando los habitantes del mismo poseen un nivel ético más elevado, y no hay temor de que quiebren la ley y el orden, la función del rey es llevar al pueblo a un nivel espiritual más elevado aún. Siendo de que un Rey como corresponde es “de su hombro hacia arriba superior a todo el pueblo”, tiene la función de elevar al pueblo hacia alturas espirituales de santidad y Divinidad más altas. A niveles que ellos con sus propias fuerzas no podrían acceder.
En el pueblo judío el lugar del Rey, sería una suerte de “nivel intermedio” entre el Creador y el pueblo. Su misión es la de revelar el reino de Di-s en el pueblo. También en ello hay dos niveles: cuando el pueblo se encuentra en un nivel bajo, y carece de la sumisión adecuada hacia el Altísimo, es función del rey infundir en ellos el temor, el yugo, del Reino Celestial. Pero cuando el pueblo acepta el yugo del Altísimo por propia iniciativa y decisión, entonces la misión del rey es de elevar al pueblo a tales niveles de temor al Cielo de un grado excelso – Irá Ilaá – al que los judíos no podrían llega por mérito propio.
EL REY UNE
La Voluntad Divina es que el pueblo de Israel esté en un nivel superior y el objetivo del rey sea el segundo mencionado, el más elevado. Pero los judíos solicitaron un rey, “para juzgarnos como todas las naciones”, un rey que impida la anarquía donde “un hombre a su compañero tragaría vivo”. Esto mismo indicaba que estaban en un nivel inferior en lo que hace a su “temor al Cielo”. Por eso, dijo Di-s, “pues a Mí me despreciaron”
Pero a pesar de ello Hashem dio Su conformidad al pedido del pueblo de que se les conceda un rey. Es verdad que el sentido original de la monarquía en el pueblo de Israel apunta a objetivos elevados, como se explica arriba , sin embargo, cuando hay una situación donde escasea el temor al Cielo básico , y el rey tiene posibilidad de corregir este fenómeno – debe entonces nombrarse de inmediato un rey , con la esperanza de que poco a poco eleve al pueblo, hasta que finalmente alcance la concepción más perfecta del reino.
HAZ PARA TI UN RAV
Hoy en día no hay un rey. Sin embargo, nuestros Sabios Z”L dijeron: “¿Quiénes son los reyes? – los Rabinos”. Cada uno debe cumplir con lo que instruye la Mishná “Haz para ti un Rav”. Hay quienes piensan que es necesario aconsejarse con el Rav solo en temas elevados y fundamentales, pero no en lo que respecta a temas sencillos de la vida cotidiana. Debe recordarse, que si hay falta de temor a Di-s – Irat Shamaim, y hay necesidad de salir de un nivel espiritual de bajeza – debe uno dirigirse al rabino también en estas circunstancias, puesto que si no hay alternativa, también esto es parte de la función del Rav y del rey.
Likutei Sijot, tomo 24, Pág. 104