Consejos para elegir y usar un buen perfume
Tanto si es para nosotros o como si es para regalar, algunas indicaciones, no ya sobre el arte de perfumarse, sino sobre la manera de hacerlo y de cómo adquirir la fragancia más adecuada, no estarán sin duda de más:
1.- No debéis elegir nunca, por más que os agrade, un perfume que hayais notado en otra mujer u hombre. La elección debe partir de vosotros mismos, de acuerdo con vuestras preferencias.
1.- No debéis elegir nunca, por más que os agrade, un perfume que hayais notado en otra mujer u hombre. La elección debe partir de vosotros mismos, de acuerdo con vuestras preferencias.
2.- A poder ser, y si podéis dejar de hacerlo, no compréis perfumes baratos (ni imitaciones). Es este caso existe una relación entre el precio y la calidad. Es preferible adquirir perfumes de pequeñas dimensiones pero de categoría.
3.- No busquéis perfumes demasiado persistentes. En general un perfume debe persistir de a 3 a 4 horas aproximadamente, pero no más. Una mayor persistencia desnaturaliza el carácter original del perfume, que por su propia esencia debe ser etéreo, fragante, soñador, adjetivos todos que se oponen a una duración excesiva. Un hálito de perfume debe insinuarse discretamente, no afirmarse de manera violenta.
4.- Las modulaciones en la intensidad de un perfume personal pueden ir del “adagio” de la mañana (expresándome en términos musicales) al “andante” de la tarde y al “fortísimo” de la velada o la noche.
5.- Con un tipo determinado de perfume se debe emplear toda la gama de productos de tocador afines entre si, para no crear contrastes y estridencias olorosas. El jabón, la colonia, el desodorante y/o el aceite para el baño deben ser uniformes y contribuir a la creación del clima del que emerge un perfume determinado. En caso de que vuestro perfume elegido no tenga toda la línea de productos, optad por otros que sean afines, ligeros, neutros o sin aroma (sobretodo en desodorantes y leches corporales).
6.- Aplicaos siempre el perfume directamente sobre la piel y con menor frecuencia e intensidad sobre la ropa. Las zonas de elección más comunes son: detrás de las orejas, en el cuello, en las sienes, en el escote y en las muñecas, siempre con una pequeña pulverización.
7.- No hay que abusar del perfume, ya que solamente debe crear una tenue fragancia a vuestro alrededor. Una atmósfera enervante y densa puede denotar escasa distinción, llegando en casos extremos a una cierta vulgaridad.
5.- Con un tipo determinado de perfume se debe emplear toda la gama de productos de tocador afines entre si, para no crear contrastes y estridencias olorosas. El jabón, la colonia, el desodorante y/o el aceite para el baño deben ser uniformes y contribuir a la creación del clima del que emerge un perfume determinado. En caso de que vuestro perfume elegido no tenga toda la línea de productos, optad por otros que sean afines, ligeros, neutros o sin aroma (sobretodo en desodorantes y leches corporales).
6.- Aplicaos siempre el perfume directamente sobre la piel y con menor frecuencia e intensidad sobre la ropa. Las zonas de elección más comunes son: detrás de las orejas, en el cuello, en las sienes, en el escote y en las muñecas, siempre con una pequeña pulverización.
7.- No hay que abusar del perfume, ya que solamente debe crear una tenue fragancia a vuestro alrededor. Una atmósfera enervante y densa puede denotar escasa distinción, llegando en casos extremos a una cierta vulgaridad.